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Mallorca | el viaje del reencuentro.

Este destino tuvo un toque especial, porque lo visité con mis «viejos». Nos reencontramos en el aeropuerto de Barcelona, después de casi seis meses y fue una excelente idea. Un plan maravilloso poder disfrutar los tres un tiempo juntos y experimentar este increíble lugar.

Las murallas de Palma de Mallorca.

En el Medioevo la ciudad estaba rodeada de murallas, en la actualidad gran parte de estas se encuentran en ruinas y se han transformado en un atractivo turístico, por su historia y su vistas.

Las calles se transforman en laberintos angostos, donde la luz rebota y decora la fachada de los edificios. Es inevitable ir mirando hacia arriba todo el tiempo. Las molduras, balcones, aberturas, colores pasteles y materiales se lucen en las alturas.

 

La Catedral-Basílica de Santa María de Mallorca

Es hermosa por dentro y por fuera.  La Catedral pertenece a la tradición gótica mediterránea. La Capilla Real constituye la parte más antigua y mejor decorada del templo, rediseñada por Antoni Gaudí a principios del siglo XX.  Autor del singular dosel de hierro forjado del baldaquino.

Las magnitudes están potenciadas por los detalles. Grandes paredes y edificios ornamentados, rodeados de pequeños pasadizos, con restaurantes escondidos.

Sabores típicos de la isla.

Un excelente sitio para un buen paladar. Las tapas, el jamón ibérico, la paella, el pulpo a la gallega, las gambas al ajillo y/o las patatas bravas acompañadas de una caña (cerveza tirada) o una fría sangría, son las opciones perfectas para recargar energías y seguir conociendo. Para el toque dulce está el helado y las ensaimadas que acompaña perfectamente al mate de la tarde.

Las Calas

Pequeños paraísos de agua turquesa se encuentran en toda la isla. La mayoría no son de fácil acceso y hay mucha gente que quiere disfrutarlas, por lo que la mejor opción es ir con tiempo, en lo posible con sombrilla y todo lo necesario para pasar un par de horas.

Cala de Reis
Playa del Mago

Cuevas de Drach

Nada más parecido que estar en otro planeta. Las maravillas que la naturaleza construye, no dejan de sorprenderme. En el momento que ingresás a la cueva, te olvidás de que arriba tuyo hay un mundo de día y en movimiento. Todos tus sentidos cambian, la humedad la podés sentir en la piel, el olor es muy intenso, pero con el pasar del tiempo te acostumbrás y tu vista comienza a adaptarse a la oscuridad.

Es un ambiente tan acústico que han montado un número musical sobre unas embarcaciones, las cuales se van desplazando en el agua. Increíblemente hermoso y movilizador.

3 Pueblos que te van a enamoran.

Valldemossa

Un pequeño pueblo entre las sierras tramontanas, con un toque de película romántica, sus calles, detalles y vista son maravillosas.

 

Fornalutx

La caminata desde Soller para llegar a este pueblito te permite contemplarlo a la distancia. Un sendero entre plantaciones de olivos, te llevan al corazón del lugar, donde cada rincón es simplemente hermoso.

Pueblo de Santanyí

Es el lugar recomendado por los locales para ir a cenar después de un día de playa. No se si fue casualidad, pero tuvimos el placer de vivenciar un atardecer como este:

El Pontás

En la búsqueda de un poco de historia familiar, nos alojamos en la playa de Santanyí, donde se encuentra «El Pontás», un arco natural sobre el mar, que ha inspirado a más de un artista, entre ellos a  Francisco Bernareggi pintor argentino, tío y padrino de mi abuela paterna.

Soller

Este fue  «El lugar»  tan esperado del viaje. Para mí su encanto va más allá de lo visual, de su oferta gastronómica o la calidez de su gente. En Soller nació y vivió su niñez mi abuela María Antonia. Una parte de mi tuvo su origen en este mismo punto geográfico.

Un destino más que pendiente y un sueño cumplido. Feliz por poder viajar a la tierra donde se originó una parte de mi, adonde perteneció mi abuela María Antonia, esa mujer que sin conocerla, creo parecerme en varias cosas. Tal vez por ilusión y nostalgia, a mi me gusta pensar que es así, pero como saberlo. De lo que sí estoy segura y eternamente agradecida, es que me ha dejado un padre increíble.

Ahora me espera el otro lado la historia. Italia, con la mamma.

Come on away!