2 Días en Valencia
Hice un viaje sola a Valencia, salí de Barcelona en tren a esta ciudad maravillosa sin ningún tipo de expectativa. Me gustó todo, aluciné al llegar a la estación, que parece de cuentos. Sus edificios, la plaza del centro y para que nombrar más, pasen y vean las fotos que lo dicen todo.
Arte urbano
Un buen capítulo de la ciudad es el arte urbano que tiene y el mood del barrio Ruzafa.
Spots de la ciudad antigua.
Dejo unos puntos a visitar, pero creo que lo mejor que pueden hacer es caminar y disfrutar de lo que van encontrando:
- La Plaza Redonda
- Catedral de Valencia
- Torres de Quart
- Real Parroquia de los Santos Juanes Valencia
- Museo Nacional de Cerámica
Lonja de la seda.
La Lonja es uno de los edificios del siglo XV, característicos de la ciudad y fue declarada por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. Su Jardín con naranjos es la clave.
- Horarios: Lunes, Martes, Miércoles, Jueves, Viernes, Sábado: 10:00 to 19:00 Domingo, Festivos: 10:00 to 14:00
- Precio: 2€, 1€ para grupos, estudiantes, pensionistas, familias numerosas.
Gratuita los domingos y festivos. - Ubicación: La Lonja de la Seda
El Mercado Central
Justo en frente, se encuentra el mercado que ,como la mayoría de mis viajes, es parada obligatoria. Creo que además de probar gustos nuevos, uno tiene la posibilidad de entender un poco la dinámica del lugar, sus aromas, colores y productos emblemáticos.
Donde comer en Valencia
Dejo cuatro lugares que volvería:
Valencia desde las alturas.
El Micalet es una excelente opción para ver todo Valencia desde arriba. Se trata de un campanario octogonal, estilo gótico, de la Catedral. Se accede por una extensa escalera de caracol, en turnos de subida y bajada, ya que el espacio de la escalera es muy reducido.
De camino al Mar
Un paso obligado, aunque mas no sea para observar la arquitectura de la famosa Ciudad de las Artes y de la Ciencia que nos muestra otra cara de Valencia y su potencial.
+ Info
Visité Valencia en Abril, por lo que la temporada de playa no estaba del todo habilitada. Igualmente no podía irme si visitar el mar. Por suerte, dejó de llover y no solo me tomé un buen vermut con una increíble tortilla de patatas por el camino, si no que al llegar me encontré con unas playas inmensas, de arena dorada y una rambla llena de vida.
Ya quiero que sea verano para dar una segunda vuelta.