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Comprando en Japón

Te puede gustar o no ir a hacer las compras al Super, pero cuando vas en Japón es una experiencia inolvidable. Adivinar que estás llevando, se transforma en un reto que tu cerebro tiene que procesar  hasta decidir comprar eso que parece sal pero que puede ser azúcar, así que mejor mirar todo dos veces.

Nota importante: Casi todos los productos de panadería, están rellenos de pasta de poroto. No es chocolate.

El pueblo de las mil bolsas

Al llegar a la caja comenzaban a colocar cada producto en bolsas individuales y después, en una bolsa más grande. Ya desde mi segunda visita, llevaba mi bolsa de tela (Japonesa, obvio!) y les hacía muchas señas de: «¡No bolsas por favor!», lo que no fue simple que entendieran. Creo que después de 3 meses me entendían con solo verme.

Al momento de pagar, colocan el dinero en una máquina que les entrega el vuelto justo (hasta el último yen cuenta), los billetes los vuelven a contar y los entregan de una forma cortes, con las dos manos juntas. Siempre entregan el ticket y nunca, nunca aceptan una propina (no es de buena educación).

No hay farmacias

Por lo menos no cómo las que uno acostumbra ver con su típica cruz verde. Lo que encontrás son «perfumerías», donde venden de todo y algunos medicamentos libres de receta. Es un espacio caótico, lleno de productos, carteles, display y cada góndola te habla, mejor dicho… «todo te habla» en Japón, te subís a un ascensor y te habla, pasas por una esquina y te habla, por sus calles escuchás musiquita y en ese momento, te das cuenta que estás en un video juego o en un reality (o por lo menos lo ponés en duda).

Un buen dato: Tenés que ir a la tienda DAISO. Todo lo que no tiene precio cuesta ¥100 y los que no, está marcado con su precio correspondiente (pero son pocos artículos los que se salen de la norma).

 

Abre fácil, de verdad.

Los packaging están perfectamente diseñados para que no tengas que luchar con él, para abrirlo. El mejor ejemplo es el Onigiri (el de atún muy recomendable 😍), que cuenta con 3 pasos para que puedas disfrutarlo con un alga nori bien fresca.

La fruta y verdura cuenta con un control de calidad muy exigente, y sus presentaciones parecen de juguete y sus precios son un poco elevados.

Lo tenés que saber: La sandía cuadrada existe. 😱

Creo firmemente, que uno de los «Tour recomendados» para esta hermosa cultura, es ir al supermercado y experimentar con un abanico de sabores desconocidos.

Come on away!